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domingo, junio 14, 2020

Las gotículas de saliva con covid-19 que ayudan a matar

Armando Moreno Sandoval  ©

El consenso científico es que se puede contagiar de covid-19, así la persona sea excesivamente preventiva. Aunque suene paradójico es cierto.

Hasta hace unos pocos meses el consenso de los epidemiólogos era que para que una persona se contagiara era necesario el contacto próximo con el individuo contagiado. Pero algunos estudios de caso están demostrando que no se necesita el contacto directo, sino que basta que cualquiera entre en contacto con una superficie contagiada así sea de cobre, acero, cartón o plástico. La razón es que el covid-19 es un virus excesivamente sedentario y su periodo de contagio está entre 4 y 72 horas. Pero no todo es alegría, se han encontrado en mascarillas quirúrgicas virus que han podido sobrevivir hasta 7 días.

Que el virus permanezca en superficies fijas hasta 72 horas o 7 días es lo de menos.

Otros estudios de caso han demostrado que el covid-19 se está transmitiendo a través del aire, y que, por su fácil contagio, su nicho predilecto son las montoneras, los sitios cerrados y sin ventilación.

Aunque los científicos se rascan la cabeza, ya que algunos les asalta la duda, los ejemplos los ponen a pensar.

En la población de Cheoan (Corea del Sur) un monitor de baile contagió a 112 de personas. El estudio sugirió que el flujo de aíre del ejercicio pudo haber contagiado a los bailarines. El 24 de enero en la comida de Año Nuevo en un restaurante en Guangzhou (China), quienes estaban cerca comiendo a un individuo con covid-19, terminaron contagiados. Lo preocupante es que algunos comensales que estaban a más de 4 metros también resultaron contagiados. El otro caso fue la señora que contagió en un bus a 23 personas. En Mariquita, un pueblo que queda en el centro de Colombia, celebrando el Día de la Madre, en una fiesta con cerca de 40 invitados, un portador del virus contagió algunos de sus invitados. El portador murió, sobreviven otros que dieron positivo. No se sabe qué puede pasar.

Pero si en estos casos fueron unos pocos los muertos, algunos investigadores sostienen que la alta mortandad que se dio en España, Italia, Francia y New York obedeció a que el virus se transmitió por el aire al quedar encerrado en los ascensores. Esos países como la ciudad de New York, conocida como “la ciudad de los rascacielos”, se caracterizan por poseer el mayor numero de ascensores por individuos.

Esta tesis la contrastan con otros países, donde casi no hubo muertos. Es el ejemplo de Alemania donde sus habitantes viven dispersos en edificios bajos y sin ascensor. O Corea del Sur y China que a pesar de que sus habitantes viven en edificios con ascensores el uso de la mascarilla fue decisivo para contener los contagios. Algo que no hicieron los españoles, italianos, franceses y neoyorquinos.  

Aunque se sabe que el virus se transmite en espacios confinados y cerrados, las recomendaciones para minimizar el riesgo de contagio no son suficientes. El lío está en que la gente no las acata, sobre todo en los países pobres donde la pandemia del covid-19 está haciendo de las suyas.  Añádasele que pocos saben que el medio más eficaz para transmitir el virus son las gotículas de saliva.

Un individuo asintomático o sintomático al hablar exhala entre 100 y 600 gotículas dependiendo de su vocalización. Hablar en voz alta o a gritos el triple de gotículas. El toser está entre 1.000 y 3.000 gotículas y un estornudo está en 40 mil gotículas de todos los tamaños.

Aunque la Organización Mundial de la Salud recomienda una distancia mínima de 2 metros para hacerle el quite a las gotículas, en la práctica no es suficiente. Pues el contacto con la gotícula portadora del covid-19 podría darse a mayores distancias. Para sustentar lo dicho los investigadores han clasificado las gotículas en grandes y ligeras.

Aunque la mayoría de las gotículas que exhala la gente son gordas, estas en su mayoría caen como arena en el suelo entre cero centímetros y 2 metros. Son las que arrastran las suelas de los zapatos, las chancletas, el pie descalzo o la cotiza. Las arrastra el rico, el pobre y el miserable. No sucede lo mismo con las gotículas livianas que por su tamaño de menos de 5 micras pueden extenderse hasta 6 u 8 metros de distancia. Lo feo no es la distancia, sino que pueden permanecer en el aire entre una y tres horas. Son las que se respiran y las que llegan derechito a los pulmones. Son las más peligrosas. Sin embargo, se disuelven con rapidez en el aire. De inmediato. De ahí la importancia que las casas y los apartamentos de los edificios estén con las ventanas y las puertas abiertas. Que estén aireadas.

La ventilación y el viento ayuda a disolver el virus.

Lidia Morawska, directora del Laboratorio Internacional de Calidad del Aire y Salud (de referencia para la OMS) de la Universidad de Tecnología de Queensland, en Brisbane (Australia), y  una de las primeras defensoras de la transmisión de la covid-19 por vía aérea, al referirse a un conocido caso supercontagiador, el de un ensayo de un coro en EE UU a comienzos de marzo, señala que aunque se tomaron todas las precauciones higiénicas y de distancia, sin saludos ni abrazos, después de dos horas y media cantando en un recinto cerrado, el 87% del coro se contagió. Dos de ellos murieron.

Desconocer la aireación y la ventilación tiene sus riesgos. Fue lo que pasó en Cheoan (Corea del Sur), en el restaurante en China, en el bus, en España, Italia, Francia y New York.

Los estudios también han demostrado que el contagio al interior de las casas es 19 veces más probable que al aire libre. Una gotícula en un sitio encerrado puede durar entre 25 y 50 minutos. Mientras que en un lugar con ventilación y aireado las gotículas livianas pueden durar hasta 30 segundos.

Fue lo que sucedió en el Día de la Madre en Mariquita —segundo domingo de mayo de 2020—. Un pueblo de escasos 33 mil habitantes y que a mediados de junio se encuentra sitiado por el virus: 14 contagiados y un muerto.


1 comentario:

Unknown dijo...

Armando, buenas noches; los casos de el bus, el coro, el restaurante, el ascensor; confirman el argumento del contagio por repetidas “cargas vírales” recibidas en un lapso de tiempo corto. El círculo epidemiológico lo que hace es precisar el riesgo mayor de contagio por la cercanía y la permanencia alrededor del virus en el tiempo. Lo de Mariquita representa algo típico del acontecer nacional; falta de protocolos para toma de decisiones, incertidumbre para actuar por falta de conocimiento, privilegio de la imagen, medidas represivas de resultado cortoplacista, carencia de experticia en el área científica ... El drama real apenas inicia: sistema de salud precario, curva pandémica en ascenso, liderazgo fallido, recursos mal invertidos, ineficiencia logística para reaccionar, organismos de socorro desprotegidos. Como reza el adagio popular, “no es lo mismo hablar del diablo que verlo venir”.
RDVM.