Armando Moreno Sandoval
Kristalina Ivaniova |
Si nos atenemos a las palabras de Kristalina Ivaniova, presidenta del
Fondo Monetario Internacional, del pasado 6 de abril, nos deja un sabor
agridulce de que Latinoamericana aún no cuenta en el contexto mundial para
jalonar la economía mundial.
Dijo ella: “…proyectamos que alrededor del 90% de las economías avanzadas (entiéndase
Estados Unidos y la Unión Europea) verán una baja sustancial de crecimiento
este año (2023)”. Las palabras las pronunció durante un discurso previo a los
encuentros que hacen el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Las palabras de la señora presidente dejan una reflexión. Para que
Latinoamérica salga de la pobreza se necesita crecimiento económico, sin él todo
discurso politiquero caerá en el vacío. Pero para ello es necesario liquidar la
pobreza, es decir, educación de calidad y oportunidades para vincularse a la
creación de riqueza.
Otro organismo, la OCDE, y que Colombia hace parte, ha venido diciendo
desde el 2014 que lo mejor del capitalismo en los países desarrollados está
llegando a su fin. A diferencia de Latinoamérica, esos países tienen, según la
organización, riqueza y gente educada que sabrá encontrar una solución.
La misma OCDE da un
ultimátum a Latinoamérica. Señala que los países que la conforman tendrán una ventana hasta el 2060 para desarrollar
el capitalismo y crear riqueza. ¿La pregunta es, y cómo?
Este ultimátum cae
en el vacío. Todos sabemos que, desde décadas atrás, y lo que va del siglo XXI,
Latinoamérica exporta pobres. Pobres que con su trabajo exportan remesas a las
familias latinoamericanas y así poder medio vivir. El paisaje de millares de
latinos intentando cruzar la frontera al precio que sea, indignó al entonces
presidente estadounidense Donald Trump y, sin pelos en la lengua, le colgó a
los Estados que conforman a Latinoamérica el escupitajo de shithole countries.
Ni los gobiernos
Progres, ni la derecha que para esa época estaban en el poder dijeron ¡mu!, prefirieron
pasar de agache ante el insulto de Trump. Pues los millones de venezolanos,
argentinos, colombianos, centroamericanos, etc, que deambulan por trochas para
llegar al país de los gringos dejan a los presidentes de turno y dictadores mudos.
Lo que hacen sus compatriotas les dice otra cosa.
Hay quienes creen que para salir de este atolladero se requiere, a corto
plazo, darles a los pobres alimentos con más de una comida al día en promedio para
que tengan rendimiento al ser explotados cuando encuentren trabajo.
En Colombia el famélico capitalismo de garaje es de tal magnitud que el
64% de la fuerza laboral es informal, está dedicada al rebusque y al autoempleo.
El uno hace empanadas para tener con qué comprarle al vecino buñuelos. Esta denominada economía
popular es la explotación del pobre por
el pobre. No
se configura salario o prestaciones sociales, ni cotizan salud, ni pensiones. Si se trata de aliviar
su pobreza toca tomar de los ingresos de la clase media, estrategia que hasta
el sol de hoy ha hecho la derecha y ahora los gobiernos de izquierda Progres. Cualquier impuesto a los
ricos es como quitarle el pelo a un gato.
Corea del Sur y otros consideraron que nunca es tarde para generar
riqueza. Uno podría especular que
sería algo así un 20% al asistencialismo cristiano y un 80% a la inversión en
investigación y desarrollo al crecimiento económico.
La economista Mariana
Mazzucato, citada por los Progres intelectuales, ha recomendado que la izquierda debe ponerle fin a la distribución de la
pobreza para obtener votos y concentrarse en invertir en investigación, desarrollo
e innovación.
El DANE dijo el año pasado ( 2022) que más de 21 millones de colombianos
viven con menos de $ 330,000 al mes. Es decir que comían una vez al día. Darles una limosna para
que coman dos veces al día no los sacará de pobres. Pero estarán más fuertes para cuando sean
explotados por verdaderos capitalistas.
Algunos piensan, sobre todo la izquierda Progre, que quienes dan de
comer y beber al sediento pueden asegurar un asiento a la diestra de Dios padre. El lío es que se siguen
muriendo de hambre como los niños en la guajira. El otro problemón es que no
llegan las limosnas. Esto se contrasta con muchos de los gastos innecesarios y suntuarios del
gobierno. La morochita vicepresidenta Márquez es un buen ejemplo de lo que no debe
hacer un gobernante.
Con la derecha o con la izquierda en el poder los países
latinoamericanos no han dejado de ser subdesarrollados y sometidos a las
prescripciones y condiciones del capitalismo europeo o gringo. Un buen ejemplo es Argentina que tiene gobierno
de izquierda y tiene que llegar a acuerdos con el Fondo Monetario Internacional.
El mejor remedio contra la pobreza es la creación de riqueza. Sin inversión en
crecimiento económico solo queda redistribuir la pobreza. Con limosnas a los pobres no se crea riqueza,
seguirán siendo pobres. Sin crear riqueza toca empobrecer la clase media. Redistribuir el ingreso con base en la
redistribución del salario para no tocar el gran capital es el más puro
neoliberalismo.
Para crear riqueza hay que trabajar más y eso aplicado a un país traduce
trabajo para todos. Pero con altas tasas de informalidad y rebusque (ahora el eufemismo es “emprendimiento”) no se puede crear la
cantidad de riqueza para dejar de ser otro shithole countries más.
El capitalismo es el sistema más eficiente en crear riqueza, excepto que su
distribución es inequitativa. Es el menos peor de los sistemas ensayados hasta
ahora. Claro
que la combinación de la República Popular China (capitalismo de mercado, más dictadura
y cero democracia) muestra que es más potente
que el capitalismo solo. Lo otro es escoger la miseria de
Venezuela o Cuba.
El capitalismo reciente es cada vez más intensivo en conocimiento. Sin inversión en capital
humano,
investigación y desarrollo, nunca
se saldrá de la pobreza.
Seguir haciendo lo mismo nunca conducirá a resultados diferentes, llámese familias en
acción, renta o limosna básica, etc. Da votos pero no
crea riqueza.
Estén en el poder la derecha o la izquierda Progre y si siguen con el
asistencialismo para cazar votos seguiremos ¡jodidos!
En fin, lo que no
entiende la izquierda y la derecha retardataria es que es preferible pasar de un capitalismo de garaje a un capitalismo
más moderno, y eso es preferible a seguir con un estado de miseria y semi feudal.
Lo otro es dejar de
creer que los millones de pobres
son tarados o minusválidos, lo que necesitan son oportunidades. Es denigrante
mantenerlos con limosnas.
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