Páginas

jueves, diciembre 19, 2019

Corruptos y ladrones

Armando Moreno Sandoval

E
n Colombia el Estado se ha vuelto un botín. Es el instrumento enmarañado de un concurso de intereses particulares que adulteran el sentido de lo público. La política ya no es la solidaridad, sino la complicidad. La adhesión de la gente ya no es a un partido, a una bandera, a una ideología, ni siquiera a un caudillo o a un movimiento, sino a una componenda, transacción, cuyos beneficiarios son los que quieren asaltar el poder.
Estas ideas no son mías, fueron del político e intelectual conservador Álvaro Gómez Hurtado y están en la biografía: Álvaro. Su vida y su siglo de Juan Esteban Constaín.
La desgracia de los pueblos es que el día de las elecciones algunos electores votan por el maleante, por el corrupto, por el descompuesto, por el inepto.  Así no se puede. Para qué elecciones?

Ha sido tan grande la equivocación al votar que un ejercicio simple y llano es preguntarse qué hicieron quienes hace cuatro años, o más, recogieron votos vendiendo ilusiones, prometiendo el cielo y la tierra.

El próximo 31 de octubre se elegirá concejo y alcaldía.
Siguiendo a Álvaro Gómez Hurtado, en Mariquita, desde un tiempo para acá, y lo dice la gente, ha sido tanta la desfachatez y la sinvergüencería que, desde que se instauró el voto popular, lo único que ha pasado por el Edificio del Mangostino, ha sido puro matoneo al erario público. Embelecos de administraciones.
Vasta consultar las bases de datos de las entidades del gobierno para darnos cuenta que en Mariquita no existen calles decentes, sino trochas, cantinas, bullaranga, desidia, ruidos, basura, olores fétidos, chulos con hambre, gente sin esperanza que deambula por las calles como zombis. Un hospital público a medias e inconcluso donde el usuario y el empleado se hacen los de la vista gorda ante un servicio de muerte. En fin, un municipio que se caracteriza por pelear los últimos lugares en salud, educación, infraestructura vial y otras necesidades insatisfechas, amén de la corrupción.

La estulticia de la gente se ha vuelto tan extrema que han olvidado que en los últimos 25 años los excaldes, en su mayoría, han salido derechito para la cárcel. Algunos le maman gallo a la cárcel. Otros se hacen nombrar en las mismas instituciones del Estado para burlar la justicia. Otros están en un peregrinaje permanente en las salas de los juzgados y contralorías.

Ni hablar de los concejales, ni de los aspirantes. Pueda que se salve alguno. Mejor callar. La desfachatez es total. A un aspirante al concejo, le pregunté cuál era el candidato a la alcaldía de su corazón. Prefirió guardar un silencio parecido a la estupidez. Tembloroso y sudando dio a entender que no había con quién. Sintió pena.

Preguntar en qué ha cambiado Mariquita es como hacer un chiste macabro. Igual al chiste que dice que si uno dura una semana para ir a Mariquita encuentra que todo ha cambiado pero que, si regresa a los 4, 8 o 20 años o más, todo sigue igual.  La misma novela de siempre: trata de blancas, violaciones de todo tipo, narcotráfico, balaceras, ruidos, cantinazos, secuestro, sicariato, ladronismo y todas las plagas malditas que la tierra ha parido.

Volviendo a Álvaro Gómez Hurtado, los municipios seguirán por las mismas si el elector acolita al inútil y eligiendo a los mismos. Si se elige gente de baja calaña, maleantes, golfos, rufianes, trúhanes o mangantes, lo cierto es, que con esta clase de gente, será un atentado a la razón, a la civilidad, al decoro.

Si la podredumbre se elige, la política seguirá presa de los corruptos y ladrones de cuello blanco y perfumado. La herencia politiquera del pasado seguirá vivita. Sus clones, estarán ahí.

Agosto, 17 de 2019

No hay comentarios.:

Publicar un comentario