Armando Moreno
Publicado en El Puente, Honda, año 10, No 118, marzo de 2009, p.4
El alboroto causado en días pasados por la visita de la Viceministra de Aguas es un buen gol del alcalde Juan Carlos Acero, así sus críticos y la oposición no lo quieran entender. Todo comenzó en Chaparral en un consejo comunitario con el presidente Uribe.
El problema con la empresa que administra el suministro de agua a los mariquiteños es que cada vez que hay elecciones, no hay candidato alguno, que jure y recontrajure que si gana las elecciones Espumas se tiene que largar. Lo han prometido todos desde que Espumas tiene existencia, pero la gran tristeza es que cuando son elegidos terminan poniéndole conejo a los mariquiteños.
No obstante, el alcalde Acero olfateando su baja popularidad tomó el toro por los cuernos. Lo que no habían podido hacer sus antecesores lo hizo él. Comprometió a la Viceministra de Aguas para que tomara en sus propias manos el asunto de Espumas. Tan así que muchos mariquiteños que han comenzado a mirarlo de reojo porque no ha hecho absolutamente nada, han dicho que si él saca a Espumas tocará que encaramarlo en un pedestal. Un antiacerista a morir parodiando la letra de un bolero dijo: “¡si echa a Espumas me mato por él!”.
Si las cosas están tomando este rumbo la pregunta que tendrán que hacer sus críticos es qué hacer con el alcalde Acero en las próximas elecciones. Pues el proyecto de reelección de alcaldes y gobernadores ya fue radicado en el Congreso y, por las opiniones que se escuchan al interior de las bancadas, incluyendo el Partido Liberal, esta vez el proyecto va a pasar sin ningún tropiezo.
Si digo críticos es porque lastimosamente los partidos políticos en los municipios no existen. Se les ven cada vez que hay elecciones. Ni hablar de organización y sede. Solo basta recorrer el norte del Tolima para darnos cuenta de su precariedad, ausencia y desorganización.
En Mariquita solo el Partido de la U tiene existencia. Su candidato en las pasadas elecciones, y que perdió con el alcalde Acero por un pelo, ha organizado una sede y desde allí no ha dejado morir el movimiento. Mientras los otros candidatos bajaron la guardia y se fueron a dormir su derrota, su líder Álvaro Bohórquez siguió en la lucha.
No obstante, Álvaro y su equipo no han entendido que el gesto que ha tenido el presidente Uribe para con Mariquita, de haberse apersonado de la problemática de Espumas, se debe a los miles de votos que le ha dado Mariquita cada vez que se ha lanzado a la presidencia. Estadísticamente si se compara con cualquier municipio del Tolima, incluyendo Ibagué, Mariquita le ha sido generosa en votos. Y estos votos en vez de usufructuarlos la U de Mariquita, los está aprovechando muy hábilmente el alcalde Acero.
El equipo que conforma la U de Mariquita va tener que cambiar de estrategia. De seguir con la cabeza dentro de la tierra lo más seguro es que en las próximas elecciones van a recibir una garrotera electoral. Los líderes de la U de Mariquita deben entender que el Partido de la U como tal desaparecerá. Pues los escuderos del presidente Uribe, convencidos de que el referéndum lo van a ganar, ya están preparando un nuevo partido donde tendrán cabida todo aquel que quiera hacer parte del nuevo proyecto político.
El equipo de la U de Mariquita, al igual de quienes se han dedicado a criticar al alcalde Acero, debe entender que si el presidente Uribe gana el referendo este debe entenderse como un plebiscito; y que ya no habrá candidato que le pueda arrebatar su tercer mandato. Para ese entonces todos querrán treparse al carro de la victoria. En este orden de ideas el que mejor estaría posesionado hacia las próximas elecciones sería, sin lugar a dudas, el alcalde Acero.
Si los críticos del alcalde Acero quieren ser oposición, y tener algún chance para arrebatarle el poder, van a tener que seguir el ejemplo de los integrantes de la U de Mariquita. Tener sede, organizarse y actuar políticamente. Pues lo más seguro es que aprobada la reelección de alcaldes y echada Espumas, y como dice el adagio popular, sacado el ojo no hay Santa Lucía que valga. El éxito de la echada de Espumas será del alcalde y no de sus críticos, ni de la oposición que hasta ahora han sido comodines. Tendremos Acero por mucho rato.
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