Armando Moreno Sandoval
En el año 2004 la Biblioteca Libanense de Cultura le publicó al historiador Eduardo Santa, uno de los intelectuales más connotado del Tolima y de El Líbano, Crónica de un Bandido Legendario. La obra está basada en el bandolero más recordado que se tenga en el Tolima: el mariquiteño Reinaldo Aguirre Palomo. Llamado por quienes lo recuerdan, o conocieron, con el apodo de El “Palomo” Aguirre o Robin Hood Mariquiteño.
Desde que el diario El Tiempo, en su edición dominical del 25 de febrero de 1940 reseñara en primera página el suicidio, las versiones sobre su vida bien sean escritas o orales no han parado de césar. Pese a que sus testigos en primera persona afirmando categóricamente “yo lo vi”, aunque no muchos, quedan pocos.
Entre las versiones dignas de recordar están las coplas que días después de su muerte compusiera el gallero, poeta y tahúr “Centavillo”. Aunque no existe una versión escrita que de cuenta de su existencia, por fortuna en la memoria de uno de los hombres de mayor edad en Mariquita, el nonagenario Ismael Perdomo Perdomo, aun se conserva. Quien escribe este artículo tuvo la dicha de grabarla.
En 1963 el poeta y abogado ibaguereño Ernesto Polanco Urueña, para honrar la memoria de su contemporáneo El “Palomo”Aguirre, publica en su libro 7 Noches el poema titulado “Romance de Reynaldo Aguirre Palomo” bellamente ilustrado por el pintor tolimense Jorge Elías Triana y que aun se conserva en el estante de literatura de la Biblioteca Darío Echandía. Poesía que años después fue incluida por el expolítico Alberto Sanfofimio Botero en su antología Poetas Tolimenses.
En la misma década del sesenta, sin precisar el año, la emisora hondana La voz de Honda retomando un guión que escribió el antioqueño Otilio Sanin Restrepo, llevaba al aire una radiotelenovela sobre la vida del “Palomo”. Aunque no existe testimonio escrito que de fe de lo acontecido aun la memoria popular la recuerda.
Otro de los recuerdos que con más ahínco evoca la tradición oral son los últimos nueve minutos de la vida de Reinaldo Aguirre Palomo. Es la escena que, como en una película de gángsters, decide quitarse la vida. Atribulado por la vorágine de su vida, el sábado 24 de febrero de 1940 siendo las 7 y 23 de la noche, como un fantasma arreando sus penas se apareció en la casa del ganadero Gregorio Fajardo. Ya sentado en la poltrona ubicada en la esquina de la sala, quebrantando el silencio después del saludo y mirándolo lelamente a los ojos, y con una voz seca anunciando el fin del mundo dijo: — “Estoy muy aburrido. No quiero vivir más. Ya es bastante. Le comunico que he resuelto suicidarme” —. Con estas frases quería ponerle punto final a su vida.
Acto seguido bebió una pócima de cianuro y, en un abrir y cerrar de ojos, la detonación de un revólver calibre 38 sacudía la tranquilidad de la aldeana Mariquita. Eran las 7 y 32 de la noche. Reinaldo Aguirre Palomo había complementado su suicidio dándose un balazo dentro de la boca. Tenía treinta y un años.
Con un prontuario delincuencial de por lo menos 10 años y, sea lo que haya sido, cuatrero, ladrón, asaltador de vagonetas del cable aéreo, o, bandolero como suele llamarlo la tradición oral del norte del Tolima, lo cierto es que el recuerdo que más se impone es el de un individuo que robaba para repartir el botín entre los pobres.
El historiador inglés Eric Hobsbawm, quien es el investigador más importante en la actualidad sobre bandidos, considera que este tipo de personajes y de actuaciones encajan en una categoría llamada bandido social. Es decir, que estando por fuera de la ley hace el bien.
Independiente de los odios o amores que pueda generar, pienso que El “Palomo” Aguirre de Eduardo Santa no es más que la evocación de un personaje que se pasea todavía por los rincones del Tolima y de Colombia: un mito que se niega a desaparecer de la faz de la tierra.
Obras como la historia del Palomo Aguirre traida magistralmente por OTILIO SANIN RESTREPO no volvera a leerse. Su pluma era delicada,.fina.y su estilo unico. Lastima grande que haya quedado inedita. Algunos logramos oir una capitulos por una Emisora de la ciudad de Honda.Yo era muy pequeño pèro recuerdo a este magnifico escritor antioqueño. Paz en su tumba. HGTLM.
ResponderBorrarOTILIO SANIN RESTREPO fue un escritor único. Sus libros. Celaje, El Destino de l Sangre, Pio Once, El Palomo Aguirre y una serie de ensayos enriquecieron la Literatura Naciónal quedaron inéditas. Solo una ,Celaje fue llevada a la T V Chilena. Tengo 84 años y aun recuerdo a este insigne escritor antioqueño. Creo sus obras deben reposar en la biblioteca de su hijo, el Medico Jaime Sanin Calderon.
ResponderBorrarMi estimado J E M me podrías facilitar algún dato de contacto
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