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viernes, junio 17, 2005
El triángulo del norte del Tolima
Tomado de El Tiempo
Las calles empedradas, casas de grandes portones y de barrotes en sus ventanas, bordeadas por las aguas de los ríos Magdalena y Gualí, son el testimonio de una historia cargada de cultura, mitos y leyendas en Honda, la puerta al norte del Tolima.
A 180 kilómetros de Bogotá y a 96 de Ibagué, Honda es el punto de inicio de la ‘ruta de los virreyes’, que incluye a Mariquita y Ambalema.
Caminar por la ‘Ciudad de los Puentes’, como se le conoce, es regresar en el tiempo y seguir los pasos del Libertador Simón Bolívar, del presidente Alfonso López Pumarejo y de comerciantes españoles, ingleses, alemanes y norteamericanos que cada semana llegaban o zarpaban hacia tierras europeas.
Sí, Honda no es solo viudo de pescado, canoas y atarrayas. En 1977 fue declarada Monumento Nacional por la importancia histórica y cultural. Sus casas son de estilo colonial, republicano, andaluz y hasta jamaiquino.
El historiador Gilmar Javier Amaya, hijo de esta tierra, dice que en esta población fue ensamblado el primer automóvil en Colombia; funcionó el Hotel América; llegó y operó la planta telefónica automática de Latinoamérica; abrió sus puertas el Banco López y fue construido el primer puente metálico de Suramérica, en 1894.
Después del recorrido por el sector histórico, de conocer los 56 puentes que cruzan el río y de gozar del Museo del Río Magdalena, cae bien visitar El Salto del Magdalena.
Y si el turista desea degustar frutas tropicales, panes y mantecadas puede continuar 20 kilómetros adelante de Honda, por la vía a Ibagué. Así se llega a Mariquita, antaño capital de Colombia.
En ese recorrido encuentran casetas cubiertas por coloridos racimos de frutas, cultivos de arroz y maíz, balnearios naturales, restaurantes y clubes. El exótico mangostino, único en la zona, el mango y el aguacate mariquiteño anuncian la llegada a la tierra donde José Celestino Mutis inició en 1783 la Expedición Botánica.
El Bosque Municipal tiene las especies clasificadas por el científico español y es cuna del mono titi pies blancos. En esta población está la iglesia de San Sebastián (1553), de paredes en calicanto y piedras poma con tecnología de la España colonial.
Un monumento a Gonzalo Jiménez de Quesada recuerda que el conquistador murió allí (1579).
En la vía a Ibagué, a 24 kilómetros de Mariquita, están las ruinas de Armero y al girar a la izquierda se encuentra la carretera a Ambalema, la ‘Ciudad de las 1.101 Columnas’, monumento histórico nacional. En el sector histórico está la Casa Inglesa, donde el Libertador pasó algunos días en la clandestinidad con Manuelita Sáenz.
En esta población, el río Magdalena, con sus 300 metros de ancho, sirve de límite con Cundinamarca, y un paseo en ferry, desde el puerto El Retiro, lleva a los visitantes a la vereda Gramanotal, en el vecino departamento.